Epstein murió el 27 de agosto de 1967, el fin de semana en el que los Beatles conocieron en Gales al Maharishi Mahesh Yogi. Su muerte fue oficialmente dictaminada como accidental, causada por una intoxicación gradual con barbitúricos (se hallaron Carbitral o Seconal en su cuerpo, posiblemente mezclados con alcohol). Han existido alguno rumores infundados que afirmaban que Epstein cometió suicidio, pero los más cercanos a él, siempre han enfatizado que Epstein no era del tipo de persona capaz de cometer un acto así.
Tras su muerte, las cosas cambiaron a simple vista, y los asuntos de negocios de la banda empezaron a desmoronarse. John Lennon resumió el impacto de la muerte unos años después: "Cuando Brian murió, supe que ahí se acababa todo. Supe que lo habíamos tenido...".
El cómico Martin Lewis se ha erigido como el principal defensor de la memoria de Epstein, incluso ha creado la Web "Oficial", en la que se incluye una petición electrónica para conseguirle un puesto en el Hall of Fame.
La versión aceptada mayoritariamente sobre su primer encuentro con el grupo musical que ayudó a convertir en estrellas, indica que Epstein vio por primera vez el nombre de The Beatles en el cartel de un concierto, y pensó que el nombre sonaba "tonto". Cuando después una serie de clientes comenzaron a preguntar por el single que habían grabado con Tony Sheridan en Alemania, y no siendo capaz de encontrarlo a través de ninguna de sus contactos habituales en las compañías discográficas, decidió ir a preguntarle directamente a la banda. Epstein y su empleado Alistair Taylor acudieron a verles actuar al abarrotado pub Cavern Club el 9 de noviembre de 1961, que estaba en la calle a la vuelta la tienda; su llegada fue manajada por la admisión VIP e incluso bienvenida a través de los altavoces del local. Epstein recuerda la actuación del grupo esa noche: "Quedé impresionado de manera inmediata por su música, su ritmo y su sentido del humor sobre el escenario. E incluso más tarde cuando los conocí también quedé impresionado por su carisma personal. Y fue en ese mismo instante en donde todo comenzó..." (También reconoció a los miembros del grupo como clientes habituales de la tienda, donde pasaban el tiempo entre los espectáculos hojeando discos).
El les convenció para que llevaran traje sobre el escenario y para que suavizaran sus actuaciones. También les pidió que no fumaran ni comieran sobre el escenario, y les alentó para que ejecutaran su famosa inclinación sincronizada al finalizar sus conciertos. Aunque estos cambios no duraron demasiado, la imagen limpia y decente que proyectaba el grupo (con la única salvedad de sus peinados tipo "casco") ayudó de manera determinante en la aceptación de la banda por parte del público.
Tras ser rechazados por todas y cada una de las principales discográficas de Inglaterra, Epstein finalmente consiguió que la banda firmara por el pequeño sello Parlophone de la discográfica EMI. Epstein acudió a la tienda local HMV para transferir una cinta demo de los Beatles a vinilo. A un técnico de HMV, Jim Foy, le gustó la grabación y remitió a Epstein con George Martin, productor en la Parlophone. Martin accedió a conocer el grupo y planificó una audición. Todos los Beatles pasaron la prueba, excepto el batería Pete Best, al que Martin decidió sustituir en las grabaciones por un músico de estudio. John Lennon, Paul McCartney y George Harrison pidieron a Epstein que despidiera inmediatamente a Pete, y Ringo Starr tomó su lugar en la formación.
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