Esta es la historia de Rachel Humphreys y el famoso músico neoyorquino Lou Reed entre 1973 y 1977. Ella era una famosísima drag queen del club 82 del Greenwich Village. A principios de los años 70, tras dejar Velvet Underground, Lou no era lo famoso que él quería ser, lo que le llevó al alcoholismo y la heroína, pateando la calle para buscar musas y musos, momento en el que conoció a Rachel. Por aquel entonces Reed vivía con una rubia, pero como le interesaba mucho el deslumbrante personaje que había conocido, decidió invitarle a vivir a su piso sin percatarse que tres eran multitud, lo que llevó a la chica a salir por patas de aquel embrollo. Pero ni a Rachel le interesaba la música ni el personaje rockero de Reed, ni a éste cuando decidió someterse a la cirugía de reasignación de género con la que finalmente terminaron su relación. En el disco "Street Hassle" de 1978 cuenta ese fin de la relación que también retrató en 1975 con "Coney Island Baby", especialmente cuando dice:
“I’d like to send this one out to Lou and Rachel, and all the kids at P.S. 192”. Tras aquello Reed jamás volvió a tocar el tema en sus canciones y se volcó por la vida sana, mostrando en público un aspecto atlético e impoluto. Rachel falleció en el año 1990 de sida y Reed nunca contó su historia y siempre intentó blanquear su identidad como heterosexual, en los últimos años casándose con Laurie Anderson.
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