Syd Mead, creativo visual del film, explica los múltiples detalles de esta película de culto. Se invirtieron ingentes cantidades de ingenio para que fuera lo mas verosimil posible ese Los Angeles de 2018 que hoy nos parece tan cercano. Se rodó de noche y con mangeras lanzando agua a todo meter, de ahí que al ver la película sea todo oscuro y húmedo, siempre lloviendo. El ambiente de la película no ha sido superado todavía ni por los efectos especiales. Las películas de entonces, incluido Star Wars, tenían mucho de manualidades y de cariño por un trabajo que los actores no entendían. Harrison Ford coincidió en ambas películas y gruñó de lo lindo en ambas porque no llegaba a entender de que iba todo aquello. Hoy en día no será capaz de reconocerlo, pero aquello lo llevó al estrellato cuando era un tipo totalmente anodino y desconocido. Un carpintero de Hollywood que George Lucas llamó para el paleto de "American Grafiti".
El segundo es On The Edge of Blade Runner, un documental del año 2000, ausente de las posteriores reediciones de la película. Dirigido por Andrew Abbott y presentado por Mark Kermode, incluye entrevistas con los principales responsables del film.
Y, por último, un documental sobre el genio literario de ciencia ficción Phillip K. Dick, cuyo libro "Sueñan los androides con ovejas eléctricas" sirvió de inspiración para "Blade Runner", pero uno que lo ha leído no ha encontrado nada, salvo la inexistencia de animales vivos en la peli de Ridley Scott, y el único que aparece es un caballo unicornio, especie inexistente salvo en la mitología y que al parece le regaló su amigo Stanley Kubrick.
No hay comentarios:
Publicar un comentario