Muy fácil, por su filosofía "Hara Hachibumme", que es algo así como comer hasta saciarse de lo que realmente necesitas sin superar el 80 por ciento de las calorías que necesitas. En roman paladino: Raciones pequeñas. En España comemos mucho mas de lo que necesitamos, e incluso cuando nos dan una dieta, la ofrecen al 100 por cien de las calorías que necesitamos. No pasamos hambre, por decirlo llanamente.
En Japón tienen un elevado contenido en hidratos de cargono, el aporte energético justo y solo entre un 20-23 por ciento de grasas. La ventaja de las españolas es que tenemos casi la misma esperanza de vida. La media de las mujeres es 85,3 años. En España: 83,8.
Otra ventaja de la dieta japonesa es el Omega 3 o grasas esenciales que contiene el abundante pescado que ingieren allí. Ello no quiere decir que nosotros tengamos que comer mucho mas pescado, porque si lo hicieramos, tendríamos que suprimir otras grasas que habitualmente ingerimos. Se trata de integrar los ingredientes en una dieta, no de ingerir alimentación funcional con Omega 3 o soja o lo que sea, porque de ese modo superaríamos seguramente los valores beneficiosos que comportan esos nutrientes.
Lo que me llamó la atención de la alimentación japonesa es que ingieren hasta 30 alimentos cada día y que apenas comen productos lácteos, que sustituyen por el Tofu, y que diariamente su bebida es el te verde y el aceite de soja, o que comen carne una vez al mes. Nosotros comemos carne hasta aburrirnos, leche por un tubo y vino tinto a jartar. En fin, mi conclusión es que hay que utilizar la inteligencia y el raciocinio, y no comer mucho de nada, sino picotear de todo un poco y sin saciarse. Con un poco de ejercicio aplicado a tu vida diaria. Esa es la solución para la vida eterna.
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