Lo dijo en la ONU una niña de 12 años canadiense. Fue 1992 y es muy vigente. Debo confesar que me hizo llorar. A veces los niños dicen verdades como puños, bueno, casi siempre las dicen, lo malo es que no sabemos escucharlos o no queremos. Las cosas están como están y no hay quien las cambie. Si acaso todo irá a peor, pero las utopías de que no haya hambre en el mundo ni guerras...
No hay comentarios:
Publicar un comentario