Dicen que la BOSSA NOVA apareció en el año 1958, en el disco titulado "Cançao do Amor Demais", de Elizete Cardoso, en la que aparecía un desconocido guitarrista de 28 años llamado Joao Gilberto, quién había descubierto un nuevo ritmo llamado "batida" que sería la marca de la moderna samba que se convertiría en la "bossa nova".
Debutó poco después con un single titulado "Chega de Saudade" y "Bim Bom", que se convertiría en un éxito en Brasil y sería luego el título de su primer larga duración en 1959, al que seguiría "O Amor, O Sorriso e a Flor" (1960) y "Joao Gilberto (1961).
Compositores como Carlos Lyra y Roberto Menescal, de una joven generación, contribuyeron a sus primeros temas, y pronto su estilo fue imitado. En 1963 entró de lleno a los Estados Unidos y el mito había nacido. Joaozinho tuvo la mala fortuna de que en sus discos le acompañaran arreglos de orquesta en lugar de su simpleza original, aunque no fuera otra cosa que la mezcla del West Coast Jazz y la "cool samba". Bossa es "cool" y contenida, con letras muy sencillas, nada que ver con los diez percusionistas y cinco cantantes de samba tradicional.
Era una tormenta en el océano cuando la bossa era la calma en el cálido mar cristalino. Escucha la flauta en "Rosa Morena" y te darás cuenta de ello, con esa pronunciación carioca en la que rosa se convierte en "hossa".
La batería de Antonio de Souza aporta el tono cálido necesario. Nunca fumaba o bebía porque tenía poca voz y temía perderla. Si lo escuchas detenidamente te das cuenta que apenas respira al cantar porque está muy relajado y porque controla la respiración de forma admirable. Puede poner sus notas vocales donde quiera creando la tensión rítmica necesaria, con extrema coordinación con la guitarra.
Nacido en el estado de Bahía en 1931 es el padre de la bossa en una atmósfera de pez y pájaros muy bien contada en la película de animación "Río". En su pueblo de Juaseiro tocó la batería en un grupo local hasta que entró de lleno al instrumento que dominó a la perfección, la guitarra. Un miembro del grupo Garotos da Lua lo escuchó y le pidió que se uniera a ellos. Herbie Mann lo introdujo al mundo del jazz en el Greenwich Village neoyorquino.
"Pois há menos peixinhos a nadar no mar
Do que os beijinhos que eu darei na sua boca".
-Chega de Saudade
No hay comentarios:
Publicar un comentario