Por lo visto Begur y Pals (Gerona); Bigastro (Alicante); Rubielos de Mora (Teruel) y Lekeitio y Mungia (Vizcaya) no saben como hacer para recibir turistas que se han apuntado a la moda nipona de la "slow city", un término snob para que acudan como moscas burgueses hábidos de relax con cocina de autor y "no me toquen los huevos" way of life. La movida nació en Bra (Italia) y siguió por Suecia, Reino Unido, Alemania yJapón. Begur es un lugar caro-caro-caro y turístico que te cagas. Cualquier pueblo manchego tiene menos prisas y rollos patateros que el lugar mas remoto de Gerona. Ni que decir tiene de Alicante, el culmen del desarrollismo. En cuanto a los pueblos de Vizcaya, le da mil vueltas Orio (Guipuzcoa) o Iribas (Navarra), pero si lo que quieres cocina guai vete al Arguiñano´s restaurant en Zarautz (Guipuzcoa) y de paso ves decenas o centenares de surfistas, que también relaja mogollón. En fin, que a todos nos gusta lo "slow", pero que no nos vendan la etiqueta ni la amoto, que ya estamos de amotos hasta las narices.
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