Su misión era llevar Texas a la gente y para ello incluyeron en su gira un búfalo, varias serpientes venenosas, tarántulas, seis buitres y vacas típicas de la zona. Iba a ser una especie de rodeo en plan comedia y casi acabó siendo una tragedia con titulares en la prensa de que se habían escapado varias serpientes en un concierto de rock. De hecho los cuervos, entrenados para aterrizar en el gorro vaquero de color blanco de Billy Gibbons, el cantante y vocalista, se encontraron con que el público de Texas llevaba casi todo gorros vaqueros y algunos del mismo color que Billy, con lo que el buitre Oscar fue posándose en cada uno de los espectadores y espectadoras, lo que causó la risa-miedo entre los asistentes, por no hablar del búfalo desbocado o la mierda de vaca en el escenario. Los seis tractores de la gira fueron pintados con la panorámica del desierto en plan John Ford y tenían que viajar en orden. En el escenario se pintó un lobo mirando a la luna y la idea era llevar un lobo de verdad que apareciera en medio del concierto, pero no encontraron ninguno amaestrado, salvo un perro que se parecía a un lobo, pero que hacía lo que quería.
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