Esa respuesta está en este documental recién salido al mercado. Greenwich Village, en Nueva York, aglutinó a una serie de grandes músicos que quisieron explicar en 1961 a los urbanitas la música que se hizo en el campo durante muchos años y que estaba siendo ignorada. Gracias que un tal Alan Lomax lo grabó no sólo en formato sonoro sino que incluso lo filmó. De allí, como recordaréis, salió un músico judío que se haría muy famoso y que se llamaría Bob Dylan. Por cierto, Diego A.Manrique recordó esta semana un proyecto que tuvo de grabar un disco en castellano, cuyas letras tradujo el propio crítico español, pero que no llegó a buen puerto porque le dio por cambiar de religión y de rumbo a su música, pero no dejaría de fumar hasta que grabó en disco country.
Se les llamó a aquellos músicos por la zona montañosa mas cercana, los Apalaches. Es como si aquí le decimos música de los Picos de Europa a la de Víctor Manuel. Memphis Slim y Willie Dixon se unió a aquella fiesta con su música de blues, y fueron bien recibidos por un público blanco que en aquel entonces no acudía a los mismos locales que el público negro. Cuando se grabó este documental por lo visto Dylan estaba en una esquina fumando maría y pasando de la cámara. Lomax era un activista por los derechos humanos y aquello formaba parte de su ideario. Hoy en día es un testimonio histórico que se conserva en la biblioteca del Congreso americano.
El área conocida por el cine y la música se convirtió en los años 60 en la calle del arte callejero con reuniones de poetas y artistas. Con este vídeo tendrás el placer de pasear por esas calles antes de que se convirtieran en algo tan "cool".
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