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El tintero


Mi nombre es Glyn Johns, fui ingeniero de sonido británico y ahora estoy jubilado en Pinilla (Albacete), una aldea de cuatro casas en la que hay algún compatriota. Recuerdo los buenos tiempos a principios de los años 70 y maldita la hora en la que vendí a Jimmy aquel cuadro que compré en la tienda desvencijada de antiguedades de Reading por solo diez pavos. No debí desprenderme de él porque me recordaba mi infancia con mi abuelo cuando aparecía con un atado de leña del bosque. A Jimmy le gustó para emplearlo en el disco que iba a grabar en Headley Grange, una casa de campo en Bordon (Hampshire) que descubrió la secretaria del grupo, Carole Browne, en la revista "The Lady", y a la que se llevaron el camión estudio de los Stones. Jimmy estaba harto de los críticos musicales, de lo duro que fueron con ellos cuando sacaron su tercer disco; uno acústico. En la casa había un arma antigua y en los ratos libres se dedicaban a disparar a las ardillas en el bosque.
Su idea para la portada del nuevo trabajo era reflejar cómo el ser humano está destruyendo sin cesar todo lo que le rodea. Jimmy era un apasionado de Gales, y tenía clara la idea de la portada, porque había visto una torre de apartamentos que acababan de levantar en medio de una zona residencial en Butterfield Court, Dubley, donde estaban derribando viejas casas victorianas, y en una de ellas medio en ruinas colgaría mi cuadro para que apareciera en la foto de portada.
Quería reflejar el contraste entre el campo y lo urbano, lo viejo y lo nuevo, lo que todos añoramos y lo que se nos viene encima y que ahora llaman cambio climático. El fotógrafo que contrataron no logró recoger el cartel de la compañía Oxfam que había en el edificio que aparece en la contraportada, lo que no sabeís cómo enfureció a Page. Para el interior del disco su amigo Barrington Colby le había pintado un mago en la cima de una montaña y se supone que a Jimmy subiendo la escarpada montaña. Si colocas el dibujo en un espejo se insinuaba un monstruo entre las rocas de la montaña. Cosas de Page, un fanático de lo oculto que se gastó miles de libras en comprar el castillo de Boleskin, en el Lago Ness, porque había sido la residencia de Aleister Crowley.
Como digo, echo de menos mi cuadro, pero cuando Jimmy se encapricha de algo no puedes decir que no. Después me enteré que lo que realmente le gustaba del cuadro es que se parecía a la carta del Tarot que representa al hermitaño.
Los cuatro chicos se reían de mí porque les exigía mucho a la hora de grabar Led Zeppelin II, por ello decidieron, sin que yo lo supiera, incluir una foto la actriz Glynis Johns, que como habréis visto tiene casi el mismo nombre que yo.
La actriz rubia que aparece junto a los pilotos de la Luftwaffe en Led Zeppelin II había interpretado a la madre de Julia Andrews en Mary Poppins y creo que fue Lady Penelope en la serie Batman.
La condesa Eva Von Zeppelin los tenía enfildos por usar sin permiso el nombre para el grupo y la foto del dirigible Hindenburg para la portada de Led Zeppelin I. Lo que enfurería a la condesa era sobre todo que era la instantánea de cuando explotó en 1937.
_"Un grupo de monos no desprestigiarán el nombre de mi familia", declaró la pobre mujer. A lo mas que llegó entonces fue a prohibir que tocaran en Conpenhage como Led Zeppelin. Tuvieron que hacerlo con otro nombre, creo que The Nobs.
Siempre hacían bromas de ese tipo con toda su gente menos a su mánager Peter Grant, una persona de 120 kilos que repartía mamporros a diestro y siniestro, y que era temido por todos. En la película que grabaron del concierto de Madison Square Garden cada uno escogió un personaje de ficción para mostrar sus aficiones. Grant aparecía como un mafioso de los años 20.
Y si esos dos discos eran cañeros, al tercero prefirieron lo tranquilo, lo que para mí fue todo un acierto. ¡Qué portada que les hizo Zacron!. Un pirado del colegio de arte de Wimblendon, que les vendió un collage con imágenes sicodélicas, cuando Page le pidió algo bucólico acorde con la música. Zacron lo entendió en el sentido abstracto del término incluyendo mariposas, sillas voladoras, aviones, ovnis y todo lo que le pareció que tuviera alguna conexión con un dirigible de plomo, como el bombardero alemán o un coche con las iniciales JP en un lado, ya que Page era el que pagaba.
La historia mas rocanbolesca fue la de la portada para su quinto trabajo, en el que tampoco aparecía ninguna letra en portada. Para la fotografía viajaron a Irlanda. porque allí había una formación rocosa única en el mundo. Por aquel entonces Page estaba leyendo "El final de la niñez" de Arthur C. Clarke, y pretendía que unos niños desnudos fueran retratados en las rocas en pleno invierno. Al final del libro todos los niños del planeta son sacados al espacio para evitar que mueran. Aubrey Powell se las vio y las deseó para hacer las fotos. Tened en cuenta que no existía Photoshop. Tuvieron que pasar 10 días hasta obtener el amanecer que buscaban y que nunca aparecía en aquella fría playa del norte de Irlanda, donde constantemente llovía y estaba nublado. Había tres adultos y dos niños que tenían que ascender aquellas piedras octogonales como si estuvieran escalando. Recuerdo que uno era Stefan Gates y su hermana Samantha, con los que Powell había trabajado en una versión de "Alicia en el país de las Maravillas", junto con el fotógrafo Hajime Sawatari. Para que pareciera ciencia ficción cada una de las diez mañanas de las sesiones fotográficas había que pintar de oro y plata a los actores para que aquello pareciera ciencia ficción. Al quinto día Powell decidió dejar de hacer fotos en color y la hizo en blanco y negro para luego colorearla. Un accidente en el tintado causó un efecto que sorprendió a todos y creó lo que todo el mundo conoce: Una magia inexplicable.
Las rocas son muy visitadas por los turistas y hay una leyenda que dice algo así como que unos gigantes produjeron esas formaciones con sus cabezas.
Respiro el aire de los almendros en flor, igual que mi amigo Chris Stewart, en los 60 batería de Génesis, respira el aire del jazmín en Las Alpujarras. Como yo vino a España porque con el dinero que tenía no podía pagar ni un cuchitril en el Reino Unido. Aquí la gente es sencilla, apacible y entrañable, no tan fría como nosotros. Me recuerda Bron-Yr-Aur: sin luz y sin agua corriente, pero con una paz infinita.
Recomiendo ver este video: http://www.youtube.com/watch?v=lGuNwOqXzKc

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